Los problemas emocionales en la infancia afectan de forma grave a la salud pública debido a su alta prevalencia, a su inicio cada vez más temprano, a su cronicidad si no son tratados, y a sus repercusiones en el desarrollo del niño y su familia. Se estima que de 3 a 6 de cada 10 preadolescentes y de 3 a 5 de cada 10 adolescentes presentan algún problema psicológico (Ezpeleta et al., 2007). En particular, los problemas y trastornos de regulación emocional comprometen el bienestar del niño y del adolescente interfiriendo en el desarrollo normativo de habilidades y competencias emocionales, cognitivas y sociales, que les permiten ir superando los hitos normativos. Se recomienda elevar la conciencia de la importancia de la Salud Mental de los niños y desarrollar políticas para promover la Salud Mental de los niños y sus familias, para:

•Apoyar a la paternidad, facilitando la paternidad responsable y sensible y el desarrollo de lazos entre padres e hijos.

 

•Prestar particular atención a niños vulnerables, como:

  • Niños con dificultades psicosociales o problemas de salud (Ej.: prematuros, discapacitados, enfermos crónicos, niños con problemas del desarrollo o del comportamiento temprano).
  • Niños en un ambiente familiar vulnerable (Ej.: niños que han sufrido abusos o descuido, niños en hogares monoparentales o con padres adolescentes, niños adoptivos, hijos de enfermos mentales o adictos).
  •  Niños con dificultades socioculturales (Ej.: refugiados, inmigrantes, padres desempleados).

•Facilitar ambientes vecinales amigables, seguros y no violentos.

 

•Desarrollar guarderías y cuidados de día focalizados en promoción de la Salud Mental de los niños.

 

•Facilitar escuelas con curriculum, programas y ambientes que promuevan la Salud Mental.

 

•Incrementar el reconocimiento de las necesidades de los niños entre los Servicios de Salud y Comunitarios.

 

•Animar a los equipos de trabajo a proporcionar un entorno que promueva la Salud Mental de los padres y el apoyo a la vida familiar.

 

•Mejorar el marco de protección legal y monitorizar los cuidados de los niños para facilitar y asegurar la promoción de la Salud Mental y la protección de la infancia.

 

•Proporcionar la financiación suficiente para implantar estas medidas.

 

En el año 2000, el U.S. Department of Health and Social Services publicó las siguientes conclusiones y recomendaciones sobre la Salud Mental infantil:

•El desarrollo social y emocional se fomenta a través de relaciones de cariño y apoyo.

 •La Salud Mental de la familia, sobre todo la Salud Mental maternal, juega un papel significativo en el desarrollo del bienestar emocional infantil.

•Una perspectiva basada en las fortalezas, en donde se escucha y respeta la voz de la familia, es clave para proporcionar servicios de Salud Mental de alta calidad.

•Los valores y las creencias culturales afectan de manera fundamental la forma en la cual los padres de familia y la Administración entienden y emprenden los Servicios de Salud Mental.

 

Bibliografía:

https://consaludmental.org/centro-documentacion/adolescencias-nuevos-retos-nuevas-transiciones/

https://consaludmental.org/centro-documentacion/situacions-tensio-conflicte-infants-adolescents-joves/

https://consaludmental.org/centro-documentacion/informe-salud-mental-infantil-2022/

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UN MES UN TEMA. SEPTIEMBRE Y LA SALUD MENTAL INFANTO JUVENIL
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